Su descubrimiento desde el espacio es relativamente reciente, concretamente en el año 1965, es por ello que llama aún más la atención como un fenómeno de estas dimensiones ha podido permanecer oculto a la percepción humana durante tantos miles de años.
Desde la tierra apenas es perceptible debido a sus enormes dimensiones, sin embargo las vistas que se obtienen desde el espacio son asombrosas. Llama la atención la mezcla de colores que se distinguen en cada uno de los círculos concéntricos que dan forma a éste curioso descubrimiento; el color marrón oscuro de la roca, el amarillento de la arena o el azul de los sedimentos salinos...
En principio se creyó que debía su forma al impacto de un meteroito, sin embargo investigaciones posteriores han determinado que el origen de esta formación se debe a una erosión milenaria. Por otro lado aún hay quienes afirman que este enigmático ojo puede ser una señal extraterrestre o un fenómeno sobrenatural.
Sin duda se trata de uno de esos enigmas con que la Tierra nos obsequia, y cuyo misterio seguirá guardado en su interior
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