Sabemos perfectamente donde encontrar un desierto, un paisaje nevado, una montaña o un lago. En el planeta Tierra todo parece estar ordenado de forma que podemos localizar cualquier lugar de una forma sencilla, y digo "parece" porque la naturaleza es tan sorprendente y caprichosa que en esta ocasión ha querido colocar un bosque en un lugar en el que quizá nunca esperaríamos encontrarlo ¡en el fondo de un lago!
Sumergido a 30 metros de profundidad este bosque de cipreses se encuentra en el lago Traful, en la Patagonia. Sus árboles de enorme envergadura llegan a alcanzar los 35 metros de altura, de forma que pueden divisarse sus largas copas desde la superficie del lago.
La historia de este lugar se remonta al año 1960 cuando se produjo un terrible terremoto que destruyó la ladera de una de las montañas. Todos los cipreses cayeron al lago y de una forma casi misteriosa lograron que sus raíces quedaran ancladas en el fondo de las aguas hasta el día de hoy, donde aún sobreviven más de 50 ejemplares.
Se dice que los cipreses son árboles inmortales (la realidad es que pueden llegar a vivir hasta 500 años, que no es poco) y que la enorme altura de su copa simboliza la unión entre el Cielo y la Tierra, son protagonistas de muchas leyendas y han sido venerados por muchas civilizaciones a lo largo de la historia. Es de esperar que este fascinante bosque acuático pueda ser disfrutado y visitado por muchas generaciones.
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