Me encantan los bosques, siempre he pensado que los bosques esconden algún misterio en su interior, en parte debido a las múltiples leyendas y personajes que tienen su origen en ellos. Son lugares en los que se mezclan la naturaleza con la magia, y sin duda cada uno de ellos es un pequeño mundo lleno de cosas por descubrir.
Hoy os quiero enseñar un bosque muy especial, se trata de un bosque de bambú, situado en el monte Arashiyama, en Kioto. El bambú es una planta de especial relevancia en la cultura japonesa, desde que se cultiva hasta que comienza a crecer pasan nada mas y nada menos que ¡¡7 años!! y es que durante todo este tiempo el bambú está creando una consistente red de profundas raíces con el fin de que puedan soportar una altura de hasta 30 metros, ¡es impresionante!. El bambú está relacionado con la motivación y la perseverancia, la eterna paciencia que caracteriza a la cultura japonesa y que al final, da sus frutos.
En este bosque se encuentran más de 50 especies diferentes de bambú, las cuáles alcanzan su máximo esplendor en la época otoñal, momento en el cual se despliegan las hojas para ofrecer al visitante un espectáculo visual inigualable. Pero si hay algo que llama poderosamente la atención al visitar este bosque es el sonido del viento atravesando las imponentes columnas de bambú, un fenómeno que ha sido calificado por los japoneses como uno de los 100 sonidos que deben de conservarse en Japón.
Un lugar que invita a la tranquilidad y la meditación, y que es digno de ser visitado al menos una vez en la vida.
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