El paisaje que nos ofrece este inmenso lago resulta espectacular a cualquier hora del día, los icebergs flotantes parecen brillar en un blanco azulado intenso en contraste con el fondo de montañas nevadas y arena negra, y al caer la noche la aparición de las auroras boreales lo convierten en un lugar mágico.
La laguna de Jökulsárlón esta abierta al mar por lo que sus aguas son una mezcla de sal y agua dulce que le le dan al lago un toque azul verdoso inigualable. Con un poco de suerte es posible incluso divisar algunas focas en busca de alimento o un grupo de gaviotas sobrevolando las aguas gélidas de Jökúlsárlon.
Seguramente esta laguna sea uno de esos lugares perdidos del planeta en el que en algún momento de nuestra vida deseamos estar, porque los lugares apartados, insólitos y fascinantes existen y Jökúlsárlon es la mejor prueba de ello.
"Algún día disfrutaremos juntos del horizonte de este lugar, sentiremos el frío de sus montañas, tocaremos el hielo de sus glaciares y volveremos, una vez más a tatuar un recuerdo inolvidable en nuestras mentes que compartiremos hasta el fin de nuestros días.... Gracias por estar ahí, siempre..."
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