Ubicados al norte de los montes Urales, en la República de Komi, grandiosas como si de auténticos gigantes de piedra se tratase, se alza uno de los legados geológicos más importantes de nuestro planeta. Se trata de siete estatuas de piedra de enormes dimensiones (entre 30 y 40 metros de altura) que cuentan con más de 200 millones de años de historia, y cuya forma se debe a la erosión provocada por la nieve, el viento y la lluvia.
Este lugar conocido con el nombre de Man-Pupu-Nyor (pequeña montaña de los dioses) fue en su día una enorme montaña que con el paso del tiempo se ha transformado en estos enormes tótems rocosos de gran espectacularidad por sus dimensiones, sus formas y como no, por su mágica leyenda...
Se cuenta que hace millones de año habitaban en los inmensos bosques de los Urales una tribu de hombres fuertes y veloces llamados Mansi. El líder de esta tribu, Kuuschay tenía un hijo y una hija, esta última conocida por su gran belleza era objeto de deseo del gigante Torev quien pidió su mano a Kuuschay. Este último se negó a entregarle a su hija, y el gigante Torev enfurecido llamó a sus hermanos gigantes dispuesto a vengarse y a llevarse a su hija por la fuerza.
El hijo de Kuuscahy, Pygruchum, conocido por su valentía y sus artes en la batalla salió a la montaña a cazar, momento que el gigante Tolev junto a sus hermano aprovechó para asediar el poblado de la tribu Mansi. Tras una noche de largos asedios una enorme tormenta seguida de una densa niebla cubrió las murallas del poblado permitiendo que sus habitantes escaparan hacia las montañas más cercanas. Cuando los rayos de un nuevo amanecer disipaban la espesa niebla, a través de las nubes apareció el valiente guerrero Pygruchum portando un escudo y una espada, regalo de los espíritus que habitaban en una montaña sagrada. Con la punta de su espada mirando al sol, Pysgruchum lanzó un potente haz de luz hacia los ojos del gigante Tolev. Este haz de luz se transformó en una enorme cúpula que cubrió por completo a los gigantes y al mismo Pyschugrum. De repente sonó un ruido ensordecedor y se hizo la oscuridad...
Tanto los gigantes como el joven guerrero se habían convertido en piedra, y desde ese momento imponentes, vigilando los Urales desde la cima, se encuentran seis enorme rocas que representan a los gigantes, y un poco más alejada la séptima roca, representada por el guerrero Pyschugrum que gracias a su coraje y valentía consiguió acabar con los gigantes sacrificando su vida y su destino.
jueves, 8 de agosto de 2013
martes, 6 de agosto de 2013
El pozo de Thor, la entrada al inframundo. Oregón (Estados Unidos)
Ubicado en Cabo Perpetua, el conocido como Pozo de Thor es uno de esos lugares absolutamente sobrecogedores en el cual se puede comprobar la fuerza de la naturaleza y la magia de un entorno que puede llegar a hacernos creer que nos encontramos frente a las mismas puertas de un submundo aterrador.
La singularidad de este lugar se observa principalmente en épocas en las que la marea es de moderada a alta y el oleaje es muy fuerte. Es entonces cuando podemos observar este espectáculo natural en el cual confluyen tres corrientes marítimas provenientes del Pacífico que al juntarse provocan que las olas rompan con una fuerza abrumadora contra las paredes de este imponente cráter marítimo.
La belleza del lugar tan solo puede ser observada de cerca por viajeros precavidos que se atreven a adentrarse a través de un angosto camino de rocas afiladas, pues la intensidad del oleaje es tal que podría tragar fácilmente a cualquier persona en cuestión de segundos.
El pozo de Thor debe su nombre a la principal divinidad de la mitología nórdica, dios del trueno, los rayos y las tormentas cuyo símbolo es un martillo de guerra arrojadizo llamado Mjöllnir "el destructor", el cual fué forjado por unos enanos que habitaban en cavernas subterráneas, llamados Sindri y Brok. Este martillo era utilizado por el dios para convocar toda clase de estruendosos truenos y relámpagos. Una vez que Thor lanzaba su martillo, no importa lo lejos que este estuviera, siempre volvía a sus manos como si de un boomerang se tratase.La hazaña más importante de Thor fue la derrota de Midgard, una monstruosa serpiente que habitaba en el océano y cuya victoria le costó la vida.
No hay duda de que este misterioso e inhóspito lugar impone cierto respeto, pero la belleza paisajística es tal que se convierte en uno de esos fenómenos que consiguen mezclar la fuerza estremecedora de la naturaleza con la excitante sensación de estar ante una imagen que jamás volverá a repetirse en la vida de cualquier persona que lo contemple.
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