lunes, 29 de julio de 2013

El monte de las llamas eternas. Yanartas (Turquía)

En un recóndito lugar de la costa turca, en el parque nacional de Olympos se alza Yanartas, también conocido como el monte Quimera. Un increíble lugar en el cual el fuego es el principal protagonista, y es que en el suelo de este monte las llamas que surgen entre las rocas llevan ardiendo cientos de años de forma perpetua.

Existen más de una docena de aberturas del cual emanan estas "antorchas" naturales, cuyas llamaradas son provocadas por la gran concentración de gas metano que se encuentra acumulado en la zona (aproximadamente 190 toneladas de emisión al año) y que provoca este fenómeno tan curioso al ponerse en contacto con el oxígeno de la superficie.

A lo largo del tiempo la leyenda ha reavivado la simbología del lugar. En la mitología griega, la Quimera es representado como un terrible monstruo alado de origen oscuro que poseía una cabeza de cabra ardiendo en llamas, cola de serpiente, y cuerpo de león con alas de águila. Era tremendamente rápida y vomitaba fuego continuamente devorando los rebaños y atormentando a los pastores del lugar. Un buen día el joven Belerofonte, guerrero favorito de los dioses, recibió unas riendas de oro de mano de la diosa Atenea, quien puso a su disposición al mágico caballo alado Pegaso a lomos del cual consiguió dar muerte al horrendo animal atravesándolo con una lanza en cuya punta colocó un trozo de plomo, el cual se fundió en contacto con el fuego mortal de la Quimera.

Se dice que Belerofonte conquistó este monte, un monte en cuya cumbre habitaban por aquel entonces leones, cabras en la parte del centro y serpientes en las zonas pantanosas, los tres animales que formaban el cuerpo de la Quimera. Una Quimera que, según se dice, renació en los suburbios de la montaña y aún hoy sigue lanzando sus llamas a través de las rocas, colérica y rabiosa por su trágico final.

En la época griega se erigió, muy cerca del lugar, un templo en honor a Hefesto, dios del fuego y encargado de fraguar las armas de los dioses, cuyas ruinas aún pueden visitarse.

Yanartas es un lugar que desprende magia y que no deja indiferente a ningún visitante, especialmente al caer la noche donde el fulgor de las llamas se intensifica y en el silencio de la naturaleza quizá podamos imaginar el merodear nervioso de la Quimera bajo nuestros pies. 


1 comentario:

  1. Impresionante, uno de los mejores articulos de todos los que has escrito. Me ha fascinado la historia tan bonita y tan facil de imaginar como la has descrito. Ya estoy esperando tu proximo articulo. Bs

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